Layla Al-Sayed (Bahrein)
Un saber después del sabor a chocolate
Cuando tu no me percibes,
Cuando tu no me percibes,
me encamino con recogimiento hacia tu templo
tu propio afecto me ruboriza,
y también siento una ligera ebriedad
con tu brillo personal
Cuando tu no me percibes
observo algunos suaves y tiernos labios
que han comprado cerezas,
y hacen presentes a ambos extremos comienzo y fin
de mis propios labios.
Cuando tu no me percibes
Especulo sobre los árboles del silencio mío
en el jardín de las flores del gozo.
Cuando tu no me percibes
veo espacio para ser estatuas
por el sueño de un corazón diminuto.
Cuando tu no me percibes
abro las jaulas del yo mío
por todas las multitudes famélicas
por tomar partida.
Por eso siento el estremecimiento de la renuncia
Cuando tu no me percibes
los pies de aquellos que han cruzado
están todavía extraviados en la arena
Cuando tu no me percibes
me aferro a la cuerda de la maternidad mía
por tanto veo el mundo que se desintegra
en el pasillo de ella.
Cuando tu no me percibes
lo gastado-bosques afuera
salen a flote
y atisbo en el horizonte
el arca de Noé llegando.
Cuando tu no me percibes
me lanzo yo misma entre mis diminutas cosas
bajo la llovizna de besos
abrazando el sol de los recuerdos míos
Cuando tu no me percibes
voy estática sobre la acritud de las lágrimas
sobre el éxtasis de un pájaro
atemorizada por convicción
Cuando tu no me percibes
he de esperar por ti delante de mi espejo
preparándome yo misma
para tu fulgor.